divendres, 5 de juny del 2009

¿Otra leyenda urbana?

El escándalo se había desatado. Sólo hizo falta la denuncia de un ex-alto cargo del departamento de producción para que las acciones de la gran multinacional se desplomaran en menos de un par de horas.
Manolo y Pere estaban sentados uno frente al otro en el mismo bar de todas las mañanas, tomándose un café con leche mientras observaban pasar la gente a través de la ventana del local cercana a su mesa. Sin dejar de vigilar, a la caza de cualquier mujer atractiva que pudiese pasar, comentaban la noticia del día.

  • ¡Mira que llegan a ser cabrones!, ¡les tendrían que cortar el cuello!.

  • ¿Pero que ha pasado exactamente?

  • Pues el tío este, lo habían echado de su empresa, y estaba tan enrabiado que se ha puesto a rajar de los trapos sucios de su trabajo, sin importarle las consecuencias que eso pudiera conllevar. Resulta que ha confesado que le obligaban a estafar; por ejemplo, sacaban un detergente al mercado, durante el primer año ese detergente obtenía muy buenos resultados de venta por su gran calidad a un precio decente; en el momento que esto ocurría, el precio comenzaba a subir y el departamento de producción recibía la orden de ir empobreciendo la fórmula del producto, con lo que éste cada vez iba perdiendo más calidad. Al cabo de tres años, la empresa volvía a sacar el mismo producto con la etiqueta de “Nueva fórmula mejorada”, cuando realmente se trataba del mismo producto que habían sacado tres años antes, pero la gente ya se había acostumbrado a la calidad del viejo producto y este "nuevo" les parecía la rehostia. El tío ha dicho que esta estrategia era seguida tanto por detergentes como por productos de higiene personal. Incluso se comenta que sus famosas cuchillas de afeitar las acaban produciendo con peores materiales para poder vender el último modelo como si tuviera mucha más calidad que los anteriores. ¿A tí nunca te ha pasado de comenzar encantado con un producto y después de un tiempo sentirte decepcionado?

  • Pues ahora que lo dices sí.

  • Con geles de afeitar, maquinillas desechables, aftershaves...

  • ¿ Y la multinacional no ha dicho nada?

  • Sí, ha hecho público un comunicado diciendo que iban a llevar a juicio a este señor por injurias, que no eran demostrables, y que sus productos siempre eran de la máxima calidad.

  • Ya, claro, que van a decir. Sólo faltaría que le dieran la razón.

  • Ojalá salieran a la luz todas las estafas que nos hacen todas estas empresas poderosas.

  • Yo casi prefiero no saberlo, estoy seguro que la realidad sobrepasaría nuestras peores expectativas.
Ese escándalo fue el tema de toda la semana, hasta que a la semana siguiente saltaron otros de corrupción política: que si un presidente de un pais europeo que se llevaba chicas menores de edad a sus fiestas de lujo, que si el marido de una ministra británica que alquilaba pelis porno y las cargaba a las dietas de su mujer, y que si los eurodiputados se iban a subir el 100% de su sueldo en plena crisis. Con tanta mierda, Pere y Manolo no daban a vasto.
Por cierto, ¿ya sabeis a quién vais a votar este domingo?

4 comentaris:

horabaixa ha dit...

Hola Wambas,

Un altre registre.

Ja sabem qui ha sortit. Creus que canviará molt la cosa?

Una mica pessats els politics, no?

Una abraçada

Wambas ha dit...

Ho sento, sóc pesimista de natura, així que crec que anirà a pitjor, però independentment de qui haguès guanyat, ja sabem tots quins son els que manen al món: els mateixos que no donen crèdits per a la recuperació econòmica, però si els donen per a que un club de futbol pugui inflacionar el mercat dels fitxatges. Potser algun dia surtin a la llum totes les barbaritats que han fet els bancs amb el beneplàcit dels polítics ( no només al nostre estat, això també es una barbàrie global).
Gràcies pel teu comentari i una abraçada

Marc ha dit...

jajajaja, ya sé que no es un relato para reírse... de hecho es vergonzoso!! Pero me gustó que los protagonistas se llamaran Manolo y Pere. Muy bueno!!! Es vergonzosa toda la manipulación que recibimos por parte de los medios de comuncación, así como el maltrato por parte de las empresas con la única posiblidad de castigarles dejando de comprar sus productos (cosa que nunca hacemos por falta de alternativas o por comodidad) y qué vergüenza los políticos que solo tratan de enriquecerse y de beneficiar a las empresas y grandes multinacionales a hacer y desacer en cuanto les venga en gana.

Un beso!!

Wambas ha dit...

Ey!!!, ¿qué haceis vosotros por akí?, esto es un sitio privado, jejeje!.
Es broma!, me alegro que os hayais dignado a leer algunos posts de este humilde aprendiz de escritor.
Besos y cuidaos mucho allende los mares!

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