dimecres, 24 d’agost del 2011

Un día en la playa

Una calada.
Simón aspiraba el humo a la vez que observaba a aquel nudista. Se preguntaba cómo alguien podía estar tan tarado como para mostrar sus atributos en público de una forma tan gratuita.


Expulsó las cenizas sobre la arena.
El nudista se extendió con su piel mojada sobre la toalla. Sus partes se desparramaron entre sus piernas. ¡Qué asco!, pensó Simón.


Otra calada.
Ahora les llamaban naturistas, ¿qué narices tiene que ver la naturaleza con el exhibicionismo?, se les tendría que llamar guarros. Mostrar sus cosas de forma impúdica delante de niños.


Enterró en la arena el cigarro consumido, con un enérgico movimiento de su mano derecha.

- No está bien que haga eso.

Simón se giró hacia aquella voz, era un hombre joven que le miraba fijamente mientras le hacía un gesto de negación con una de sus manos.

- Mira todas las colillas que hay.
- ¿Y eso te da derecho a tí de ser tan sucio como ellos?
- Déjame en paz.
- Menudo cerdo.
- Qué te den.

Con estas palabras Simón creyó zanjar la polémica. Se levantó y se fue al agua a remojarse con la idea de refrescar el calor corporal que le había provocado la discusión con aquel imbécil engreido. ¿Quién cojones se pensaba que era? ¿El policía de la playa?, menudo idiota.
Simón se relajó pensando en la frustración que habría creado en aquel payaso al ver que no había conseguido nada con su monserga. Volvió a su toalla y se estiró sobre ella bajo la atenta mirada del otro hombre. Antes de cerrar sus ojos echó una mirada hacia el nudista, que se había puesto el bañador para tomar el sol. Simón pensó en aquella incoherencia, “esta playa está llena de gilipollas”, sentenció.
Un par de minutos después, completamente relajado, sintió una repentina lluvia de arena sobre su cuerpo. Abrió los ojos y vio de pie al lado suyo, agitando la toalla completamente llena de arena que seguía cayendo, al hombre joven que le sonreía.

- Jódete cretino.

Y se marchó con su sonrisa en los labios mientras Simón se lo miraba sin saber qué hacer.

1 comentari:

Mirna ha dit...

Esto me hace acordar a una anécdota que me pasó hace un par de años, cuando reservamos unos hoteles en Buzios y resulta que uno tenía una playa nudista. Bueno, una experiencia graciosa.

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